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13 noviembre, 2017

Marruecos cede y acepta sentarse en la mesa con la República Saharaui.


El Ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita.

Tras un año de ser readmitido en la Unión Africana, el régimen marroquí acepta sentarse en la mesa con el Frente Polisario. Cabe recordar que la tiranía marroquí rechazó y pidió la expulsión y veto de la RASD de la Unión Africana.


Tras un año de injurias, calumnias, desprestigio, rechazo y repudio hacia la presencia del Frente Polisario en la Unión Africana, el régimen de Mohamed VI acepta por fin sentarse en la mesa con el Frente Polisario, lo que da las esperanza de que se podrán retomar las negociaciones.

Marruecos amagó su intención de ingresar en la Unión Africana a finales de Octubre y fue admitido en Enero de 2017, al tiempo de ser admitido pidió entrar con la condición de que se expulse a la RASD ya que ellos no lo consideraban un país. Sudáfrica, Argelia y varios países se negaron a las condiciones impuestas por los marroquíes alegando que un miembro fundador como la República Saharaui  no podía abandonarla, incluso su voz tiene más peso que Marruecos dentro la organización.

Visto la posición contraria de la mayoría de países de la Unión Africana, Marruecos amenazó con marcharse de nuevo. Ante la indiferencia del resto de países, se creó una calma tensa. Se celebraron cumbres y reuniones, yendo el Frente Polisario y su delegación, pero Marruecos no iba, seguía con su política de rechazo.

Finalmente, el Ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita anunció oficialmente que su régimen aceptaba sentarse con el Estado saharaui en todas las cumbres que se celebrarán por la Unión Africana o sus cuerpos. 


"El Reino de Marruecos ha decidido cambiar su estrategia en términos de hacer frente a los problemas presentados por la adhesión del Reino a la Organización de la Unión Africana, y los procedimientos de protocolo que se acompañan impuestos a Marruecos para sentarse con el Frente Polisario bajo un mismo techo." - Nasser Bourita.

Esto abre la esperanza de la solución por la vía diplomática. La presión de los estados miembros de la Unión Africana contribuyó a que Marruecos se sienta en la mesa con la RASD. Toca ver si Marruecos pone de su parte para un problema que dura ya 42 años y más de 10 estancado por su culpa.